Por hijadecristalero
Un hombre en moto-que no ciclomotor, por mucha cilindrada que tenga- siempre tendrá un atractivo que no tiene un hombre en coche. Y no es por la libertad, ni por el viento en la cara ni zarandajas de esas, sino porque está acostumbrado a tener cosas poderosas y calientes entre las piernas, esto es: mujeres. (Los iconos sexuales existen por algo)
Yo también he montado en moto y además soy mujer. Sé lo que significa llevar un motor entre las piernas cuando eres piloto, y he sentido la excitación física que conlleva ser paquete.
El que a día de hoy ha sido el amor de mi vida, me ponía cachondísima cuando venía a buscarme a clase de fotografía a las diez de la noche con una BSA de museo que le pedía prestada a un amigo. Yo me sentaba tras él, le abrazaba, cerraba los ojos y me inclinaba en las curvas como el motorista que llevo dentro mientras él me llevaba de copas por todo el Madrid adoquinado.
Hoy podría venir a buscarme en un negro alazán o en un Bugatti, que me iría en autobús.
Mi última aventura es amigo desde hace tiempo. Conexión intelectual y ni caso a las miraditas tiernas que me echaba. Y mira tú por donde, se rompe una pierna montando en moto- yo sólo le había visto en ciclomotor de gran cilindrada- y le llevo por caridad comida a su casa, y llega su hermano y dice no sé qué de las motos, y bajamos al garaje. Me encuentro con varias motos potentes de campo, y mi amigo zen pasa revista detenidamente con la muleta a los últimos daños que ha sufrido la suya a manos de su hermano. A pesar de los cultivos biológicos, sus maneras suaves, su relajación espiritual y su pinta de miembro de una secta astral ¡tenía una afición de macho!
Fue ahí cuando empecé a pensar que quizá esas miraditas tiernas que me echaba y esos piropos que me decía medio en broma, fueran órdenes que la entrepierna le mandaba al cerebro.
Mientras él hablaba con su hermano de no sé qué agujero por el que se estaba perdiendo el aceite, le deseé rabiosamente.
Las mujeres somos gilipollas.
0 respuestas a «Me gusta tu moto»
¡Mira que eres puta, hija del cristalero! Te hace falta un émbolo de calibre super.
Las mujeres a las que le gustan los hombres son putas, y supongo que las que no se lo montan con ese émbolo de calibre súper que debes tener, serán unas estrechas.
Tú solito te retratas.