Dinero y virilidad (1)

Por Manumitida

El señor Gris ha estado dos meses preparando la reunión con la junta de accionistas. Mañana subirá en un avión y hará miles de kilómetros para exponer sus conclusiones y planes a ejecutar en otro continente ante los accionistas mayoritarios.

Ha trabajado muchas horas, ha hecho muchos cálculos, ha arriesgado mucho. Ha sido inteligente, valiente y creativo. Cuando acabe la reunión, la camisa le quedará estrecha y los accionistas besarán por donde pise. No sólo les salva de la ruina: les asegura beneficios, de los que él se llevará un buen pellizco.

Conozco al señor Gris más de lo que incluso a él le gustaría.
Y sé que, cuando sus cuentas arrojen sus conclusiones sobre los accionistas como el cazador que salva a la aldea de la hambruna, cuando a todos les quede claro que él es el macho alfa, cuando llegue a su hotel con el eco de los aplausos y el metafórico sonido de una caja registradora en sus oídos, cuando se quite la chaqueta con alegre rabia y se saque la puta corbata por la cabeza, sólo habrá un pensamiento en su mente:
sexo.

Fotografía en contexto original: 20minutos