Soy una mujer caliente.
You know what I mean.
Cuando era jovencita, pensaba que todas las mujeres eran como yo. Que sus cuerpos reaccionaban igual que el mío al contacto con otra piel, que también a ellas les entraban ganas de entregarse. A fin de cuentas, para eso hay hombres y mujeres ¿no?
Pero la vida me ha enseñado que el sexo no es lo mismo para todos.
Todas las conversaciones que mantengo en la red son grabadas por el EDF y examinadas por sus analistas, que elaboran informes sobre la condición humana.
Hoy la Comandante me ha hecho llamar.
Tengo en las nalgas unas dulces agujetas y la sombra de la marca de unos dedos. Cada paso que doy me recuerda a X, que es el responsable de que este viernes me mueva como si temiera romperme, pero ella, que está terminando de ver algo en el ordenador, no se fija en mí. X podría ser un contacto importante para nuestro ejército, y he dado por hecho que por eso estoy aquí. Normalmente la Comandante no se anda con rodeos y me pregunta datos concretos, pero hoy parece que no tiene prisa. Me retrata con ojos escrutadores cuando acaba de leer en la pantalla.
– ¿Por qué todos se admiran de que te guste el sexo?
La miro sin comprender.
– Tengo aquí un extracto de frases escogidas de tus conversaciones, te leo literal: “es difícil encontrar a una mujer a la que le guste follar, eres una fantasía hecha realidad” “eres un lujo de mujer, es un lujo hacerte disfrutar” ,“lo bueno es que te gusta follar y se te nota”,”al fin una mujer cachonda”, “eres puro sexo”, “me vuelves loco porque disfrutas de verdad”, “me encanta hacerte disfrutar, haces que me sienta muy hombre”, “para ti el sexo es algo natural, como comer o beber”.
– ¿Y?- me encojo de hombros.Yo no haría mucho caso de lo que se dice en según qué situaciones.
– ¿Es que las demás fingen?¿A las demás no les gusta?¿Para el resto de las mujeres no es algo natural?
Para eso están los analistas, yo estoy para pescar lo que me mandan, pienso, pero me lo callo. A veces la Comandante tiene muy malas pulgas. ¿Cómo voy a saber lo que sienten las otras mujeres cuando están con un hombre? Yo me entrego a cada uno de ellos y luego sigo con mi vida, eso es todo lo que sé. Por fortuna, ella no parece necesitar una respuesta.
– ¿Qué les das?- me sonríe cómplice.
Esa pregunta me hace gracia. Muchos hombres de los que me abrazan radiantes y me felicitan por mi sexualidad abierta y libre, viven con mujeres que les racionan el sexo como si fueran cachorritos en un curso de obediencia.
– Miedo-contesto al fin-. Sobre todo miedo.
0 respuestas a «Lujos sexuales»
Una vez mas os volveis a superar.
Esta bien saber que a los hombres hay que tratarlos como lo que son animales basicos que solo piden tener su descarga diaría de fluidos y luego que los dejen en paz con su television, sus partidos de futbol con los amigos o sus escapadas sin la mujer para ligotear.
Chao Ciao.
Curiosa conclusión la de Valderrama. Yo,al contrario que él, en este artículo veo una crítica a las mujeres más que los hombres. Pero en fin, el miedo es libre.
se llama ironia elesceptico
Pues yo no veo ninguna crítica por ningun lado, sólo supuesta envidia. Si acaso, algunos tópicos, pero sin mucha convicción.