por César de las Heras
Quien tire la toalla que la utilice para ahorcarse.
No estamos muy seguros de qué se trata, pero en el caso del hombre, del hombre como especie, la posibilidad de que tras el humo vuelva a aparecer un fuego intenso es una realidad indiscutible. Se trata de buscar incentivos, de fijarse un objetivo y lanzarse a por él; se trata de levantar la cabeza y luchar por lo que nos vale.
Me gusta la lucha, me gusta estar vivo, levantarme con la seguridad de que hoy tengo otra oportunidad para cambiar las cosas. Desde los pozos siempre se ve el cielo, una luz a lo lejos; al final del túnel siempre hay espacios diáfanos en los que sopla una brisa lenta.
Nos alimentamos a hostias, ellas nos hacen más fuertes, nos dan pátinas sobre las que van resbalando las hostias nuevas. Unos se quejan, otros continúan. Unos se caen, se tiran, se dejan, otros se levantan, empujan, luchan. Me quedo con la sensación de intentarlo, con el orgullo de saber que estoy anclado a mi estructura y que los días más nublados son el preámbulo de experiencias soleadas. Se van los clítoris y vienen otros para seguir frotando.
La razón la otorga la inteligencia. La vida es el viaje más espectacular que podemos hacer. Se trata de desiertos, de mares profundos, de montañas en las cuales la cota de ocho mil se pasa a los diez años. No sabemos dónde vamos, ni falta que nos hace. Aquí lo importante es saber que estamos y hacia dónde queremos ir; entender las trabas, continuar, confiar en uno mismo. La realidad se encierra en el hombre como ser individual, lo cual no está reñido con la socialización, con la suma de fuerzas para alcanzar objetivos comunes, una vez logrado el objetivo se vuelve a la individualidad. La única certeza es que estarás siempre en ti, la confianza será la que te devuelva tu espejo, tu palabra la que salga de tu boca, tu pensamiento el que sostengas, tu Dios tu reflejo en el agua.
El maratón no acaba tras la meta, la meta es la zancada, el don lo practican los fuertes, los inteligentes. La pared está y si es necesario se la rodea, se trepa, se derriba. Tenemos lo que merecemos y desde las sillas también se puede ver el mar. Urbi et orbi.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=8gm7XwtIJdM]
0 respuestas a «URBI ET ORBI»
Mi juventud se acabó en un hospital.
Mi hija, que todavía no había nacido y latía feliz dentro de mí, moriría.
No, dijimos ella y yo.
Le dieron días de vida.
Pero luchamos.
Vimos pasar las estaciones desde los cristales de la UCI primero, de cuidados intermedios después y por último desde la habitación compartida en planta.
Y por fin, después de muchos y largos meses, salimos del hospital para no volver.
Once años después, cuando ya todo eso quedó olvidado, la acuesto cada noche y me digo que, si fuera necesario, volveríamos a luchar.
Siempre que veo este video, lloro.
ESTE ES UNO DE LOS MEJORES EJEMPLOS DE LO QUE YO LLAMO…. AMORTOTALQUETODOLOPARAQUETODOLOMUEVE… Y QUE ME LLENA EL ALMA…
(ABRAZOS PARA TI MARISOL MARISOL…)
y si pincho otra vez este video? ……… volvere a llorar de emocion, otra vez se me llenara el alma de ese de amor en mayuscula, que deja traspuestas las manecillas de mi reloj,libre del efecto contable y de otras gaitas. soy ese padre, soy el hijo, hasta tengo un bañador igual,tengo un corazon lleno de de de…………cosas para dar……la madre que me pario, me esta costando un huevo llegar al camino, pero lo voy a patear cueste lo que cueste.
abrazo cariñoso maixol y tu cesareo, no me toques las pelotas con los puntos suspensivos eh?
felicidades cabroni.
hablando de ochomiles, prepara tu equipo de alta montaña para mediados de agosto….cesareo,la montaña mas alpina del piri nos espera,sudaras tinta,echaras pestes antes de sentir su corazon,………cuando te abrace, no habra vuelta atras, comprenderas de donde procede hasta la ultima de tus moleculas……..sera mejor que no te adelante mas na, si el vignemale esta de mala ostia, veremos moleculas pero en escabetxeeee jajajajajaja.enga montañero.agur ba.
Es inevitable llorar y conmoverse por imágenes tan humanas.
El afán de superación no nos resulta indiferente.
Pero reconozcámoslo, también nos sentimos afortunados, aliviados porque nos ha tocado sólo el asiento de “espectador”.
La mayoría nos limitamos a eso, a conmovernos durante un rato. Exactamente 4 minutos 13 segundos. Tal vez un poquito mas…
No por ello dejamos de ser humanos
Urbi et Orbi, los pecados que nos tocan expiar. Alea Jacta Est. Que la bendición dependa del Papá me jode. La rechazo
No pretendo expiar pecados. Me conformo con reconocer errores, aceptar condenas y esperar absoluciones del género humano. Sigo confiando en él y sigo superándome.
Los maratones no me son indiferentes, yo misma hago el mío particular. Sin ánimo de comparaciones, Dios me libre.
Espero ser absuelta por mi debilidad, por mis lágrimas, y también por mi alivio, que humana y humildemente reconozco en estas líneas