por Claudio Molinari (corresponsal de Radio Caracol, Colombia)
Llegamos a Bogotá a visitar a nuestro gran amigo Álvaro Uribe. Su residencia está muy ordenada, como todas las moradas de quienes traicionan con elegancia y educación. El presidente de la nación caribeña aparece y nos recibe con la gracia, el donaire y la informalidad que caracteriza a los estadistas neoliberales.
Después de extraerse por el colon el palo que lo mantiene tan erguido, nos ofrece un café sin cafeína y una parrafada tan alucinante que sólo pueden creerla quienes, como él, viven rodeados de alambre de espino, cámaras de circuito cerrado y muros que los protegen de cualquier tipo de realidad realmente real.
Pero mi mamá me enseñó a ser precavido, así que le sonrío; como en su momento sonreirían a Calígula –supongo— los romanos que aún no habían perdido la razón.
CM: Señor presidente, ¿usted era un defensor acérrimo de la política de extradición de narcotraficantes a EEUU?
AU: Es mi firme convicción que no debiera tolerarse la connivencia con los narcotraficantes.
CM: ¿Y el narcoterrorismo?
AU: ¿Qué es eso?
CM: Un término inventado por la CIA para poder desplegar tropas en el territorio soberano de Colombia.
AU: Entonces, es mi firme convicción que tampoco debiera tolerarse la connivencia con los narcoterroristas.
CM: Pero usted acaba de anunciar que va a negociar con las FARC y liberar a más de cien guerrilleros. ¿No ha sostenido usted siempre que no se negocia con los terroristas?
AU: Mi intención ha sido realizar un gesto humanitario.
CM: Pero negociará con una organización de asesinos y secuestradores que, además, históricamente ofrece protección a los carteles del narcotráfico…
AU: Yo no tengo intención de negociar con asesinos y secuestradores, sino de liberarlos. Y quiero liberarlos para que ellos, a su vez, liberen a los secuestrados: ex ministros, políticos y algún pobre que secuestraron por error.
CM: Pero si hasta sus amigos, los familiares de los políticos secuestrados, lo critican por ceder ante las FARC, pues temen que los secuestros sigan produciéndose…
AU: Me he comunicado con el presidente Bush y él me apoya completamente.
CM: El presidente Bush, y todos los mandatarios que lo precedieron, siempre han sido adversos a negociar con terroristas y narcotraficantes…
AU: Mi amigo el presidente Bush sabe que la política sudamericana es muy compleja, por eso me apoya incondicionalmente.
CM: ¿No le resulta contradictorio lo que acabo de exponerle?
AU: Yo soy fiel a mis amigos del norte y por eso quiero ser, por lo menos, igual de contradictorio que ellos.
CM: ¿Nunca contesta usted simplemente con un ‘sí’ o un ‘no’?
AU: ¡Vaya, acaba de llegar el café!
Fotografia en contexto original: voltairenet
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y lo peor es que probablemente esta ficción se parezca muchísimo a la realidad. Enhorabuena al autor.