por Claudio Molinari (esperando la llegada de un nuevo Nerón)
Con los ojos vendados y las manos atadas, como un prisionero de Guantánamo VIP, llego al estate de Guy Richie, el marido de Maddy (yo le digo así porque somos muy amigos). Pero ahora Guy no está. Se ha ido a rodar una película donde los actores se pegan y patean y disparan, y dicen cosas como “te haré devorar por los cerdos”.
Me sorprende que en Sussex haya una cadena montañosa, pero enseguida me doy cuenta de que son los catorce guardaespaldas que protegen la felicísima intimidad de mi querida amiga y confidente Madonna. Somos muy amigos, no se si se han dado cuenta.
Claudio: ¡Maddy! ¿Cómo estás?
Madonna: Genial. Acabo de venir de correr, saltar, nadar, hacer pilates, yoga y tai-boxing.
Claudio: ¿Y ahora vas pasar un rato con tu hijas?
Madonna: ¿Quién?
Claudio: Dime, ¿por qué te mudaste a Inglaterra?
Madonna: Pues por lo de Cool Britannia y todo ese rollo. Me hice muy amiga de Damien Hirst, le compré una oveja cortada al medio.
Claudio: ¿Y cómo está tu marido?
Madonna: ¿Quién?
Claudio: Cuéntame, ¿cómo surgió tu colaboración con H&M?
Madonna: Me propusieron una línea propia, una celebrity line. Kate Moss también tiene una. Y Scarlett y Penélope. Pero a mí me la recomendó Kate, que mola más.
Claudio: ¿Creaste toda la línea?
Madonna: Les llevé mi ropa vieja y ellos la copiaron.
Claudio: Genial.
Madonna: Genial.
Claudio: ¿Te interesa estar a la moda?
Madonna: No, no, lo que me interesa es estar en la moda. La moda es la nueva alegoría, la nueva metáfora de la actualidad.
Claudio: Eso mismo dice Baudrillard.
Madonna: ¿Quién?
Claudio: Y entonces, ¿cuál es tu próximo proyecto?
Madonna: Pues, quiero aparecer por todas partes.
Claudio: Para que la gente tenga la impresión de que estas haciendo algo realmente importante.
Madonna: Claro.
Claudio: Genial.
Madonna: Genial.