Reflexiones en campaña (electoral y francesa)
Por Pedro Lluch
Assessment (en clave española): Sarkozy reunió a la colonia de expatriados (franceses y fachas) de Madrid y acompañado de Rajoy echó flores y loores sin vergüenza al peor expresidente del gobierno que jamás hayamos tenido. (Una vez en Frankfurt coincidí en el aeropuerto con Jordi Pujol y siempre lamentaré haber perdido la oportunidad de felicitarle por ser tan buen expresidente, que parece ser una condición que no todo el mundo sabe llevar.) Y días después, durante una entrevista a la prensa, ZP da a entender que bendice al bueno de Sarkozy (sí, a Sarkozy: el que desea limpiar los barrios periféricos de morralla a chorros de Kärcher, el mismo). Y para rematar la campaña electoral francesa ZP (el mismo que forma gobiernos paritarios) sube a Toulouse donde respalda a la señora Royale. ¿He de recordar que esta candidata ha soliviantado al partido socialista francés y expuesto el machismo que se arrastra aún en la République de l’Égalité?
Quien les entienda que les compre. Por suerte no he de votarles.
Pronóstico: desde luego, reservado dentro de la gravedad. Francia es un país rico donde se vive bien. 10 millones de personas viven a sueldo del Estado, la muy ubérrima République Française. Ganará la derecha. Y auguro: Sarkozy ganará holgadamente la primera elección. Pero la segunda la disputará agriamente con su contrincante, y quizás hasta la pierda si quien pasa a la segunda vuelta es Bayrou en vez de Royale. Pero me temo que el exministro del interior será finalmente el sucesor de Chirac. Que se vayan preparando los francófilos ilustrados. Y toda la morralla: ¡la que se les viene encima! (Matiz de perro viejo: claro que, del mismo modo que el poder absoluto corrompe absolutamente, el poder democrático diluye extremismos de uno y otro lado del espectro político).
Suspiro de la tercera España: Le Pen, el ultraderechista, xenófobo y más hiperfrancés que la baguette, ha de recurrir, en su meeting de final de campaña, al concubinato en que vive la candidata socialista para desacreditarla. ¡Ay! ojalá en nuestro país tuviésemos un energúmeno como Le Pen para poder disfrutar, si cabe, de una derecha razonable, que tanta falta haría hoy en día en este país. Creo que abriré, como Acebes, dos líneas de investigación paralelas y divergentes, para dar con algún consuelo en relación a esto.
Fotografía en contexto original: paysdelimours.parti-socialiste.fr
0 respuestas a «Mes chers compatriotes, con voz grave, a la manera de Chirac»
El otro día, viendo cómo los socialistas franceses aclamaban a Zapatero me entró un sudor frío, un nosequé, un miedo…