la felicidad es posible

Por Miguel Pérez de Lema

Tras muchos años de denodados esfuerzos e investigaciones, la humanidad por fin saluda la llegada del endurecedor de heces (POP-Freeze). Atrás quedan descubrimientos como la división del átomo, la penicilina, el ordenador cuántico, o las pinzas de colgar la ropa. «El endurecedor de heces nos sitúa ante un verdadero salto conceptual en el desarrollo de la ciencia», declaró ayer Samuel Pendleton, editor jefe de la prestigiosa Fecal Research.
Esta nueva maravilla se ha lanzado al mercado en forma de cómodo spray que endurece hasta los excrementos más inconsistentes, para facilitar su recolección. El producto viene en dos presentaciones: en 118 ml, para mascotas pequeñas; y 295 ml, para los dueños de las razas San Bernardo o Gran Danés. Además, también se puede adquirir el bolso POOP Freeze, que incluye un compartimento para el aerosol y guantes descartables.
La página web de POP-Freeze recoge testimonios que resumen el profundo impacto que ha supuesto este producto para sus adeptos, como el de Billy K, de St Paul en Minesotta, EE.UU.: «A nadie le gusta recoger el excremento, pero este producto lo hace divertido».
Se espera que pronto surjan los primeros clubes de «freezers», formados por los fanáticos de esta revolucionaria forma de ocio, en los que poder compartir sus experiencias como endurecedores de heces.
El endurecimiento, según Louis Smart, decano del departamento de postsiquiatría de la Universidad Alternativa de Chicago, «va camino de convertirse en un nuevo y verdadero credo para un número creciente de personas. Ofrece unas cotas de realización humana, afectiva y social, desconocidas hasta ahora». Además, como subraya Billy K., «es amigable con el medio ambiente».

foto en contexto original
www.poop-freeze.com/site/678182/product/PFTote