por Claudio Molinari (enviado especial a La Habana)
FAUSTINO ORAMAS OSORIO «EL GUAYABERO». «rey del doblesentido». Murió abrazado a su «tres» (típico instrumento de Cuba con tres cuerdas dobles) y con su inseparable sombrero «huevo frito». Faustino Oramas atesoró en sus sones casi un siglo de música. Hoy, el joven músico centenario, ha muerto.
Admirado y respetado por artistas de todo el mundo con los que ha compartido cartel (Santiago Auseron de entre los ondulantes godos), viajó por todo el mundo exhibiendo su música criolla, y fue galardonado con las mayores distinciones cubanas.
«El rey del doble sentido» aseguraba que él siempre había sido muy serio, y que era el público el que malinterpretaba sus mensajes
He aquí una perla:
Mi yegüita, como no,/
la llevo a todas las ferias/
porque mi yegüita es seria,/
respetuosa como yo./
Un día se enamoró/
de un burrito de Bainoa,/
y ella que es de Jibacoa/
le dijo: no puede ser/
porque usted quiere meter/
La Habana en Guanabacoa.